Los números negativos y la caída del empleo en el turismo dejan un panorama económico y social devastador en España.
La pérdida de más de 83 mil millones de euros directos e indirectos del turismo, y una caída del PIB turístico de más del 35%, más un millón y medio de desempleados, no hace más que poner de manifiesto la importancia económica y estratégica de un sector abandonado a su suerte.
Sin ayudas directas del gobierno y sin ayudas directas del plan de recuperación europeo para el turismo al que nuestro gobierno ha renunciado, quedamos abandonados a nuestra suerte y viendo como la salvación económica se la aplica a sí mismo un gobierno que lo soluciona todo con subida de impuestos que absorben el oxígeno financiero de empresarios y ciudadanos en general.
Necesitamos generar confianza, de forma urgente, y necesitamos afrontar el futuro turístico más próximo con las máximas garantías. Solo un plan conjunto gobierno-agentes sociales, podría paliar el segundo año caótico de la economía y el empleo, procedente de la hostelería y el turismo.
Los hosteleros exigimos un plan específico de vacunación para nuestro sector, somos estratégicos económica y socialmente, y por tanto tenemos la obligación de generar confianza y seguridad a nuestros clientes y visitantes.
Un plan de vacunación para la hostelería y el turismo, y un control de seguridad anti-Covid en las llegadas a nuestro país, podría sin duda ganar la batalla a la incertidumbre, que como bandera ondea en el primer país turístico del mundo.
Está claro que el gobierno de la nación ha abandonado a su suerte a las distintas comunidades autónomas, estas en su lucha por contener el Covid emplean diferentes varas de medir a los distintos sectores productivos y sociales. Pararlo todo sería inaceptable e ilógico, pero discriminar a la hostelería haciéndola culpable de todo es como menos doloroso e incomprensible, y por supuesto inaceptable.
En esta tercera ola estamos convencidos de que volveremos a algún tipo de confinamiento. Ocurra o no, al menos que no sea inútil por falta de una planificación eficaz y veraz en las medidas a tomar.
En lo social, queremos hacer algunas apreciaciones en cuanto a nuestro sector hostelero se refiere. Somos un sector que acoge todos los días a millones de personas en busca de nuestros servicios. Por ocio o necesidad, la hostelería es un sector irrenunciable para la mayoría de los españoles. Basta con ver tras el último confinamiento, y aunque con las medidas de seguridad exigidas, incluidas aforo y distanciamiento, y una gran apuesta de nuestro sector por la responsabilidad, regresamos a ser objetivo de millones de españoles, y es que el español a lo último que renunciará es a su modelo de vida, un modelo envidiado y deseado por la mayoría de los países del mundo, que nos ha situado líderes indiscutibles del turismo.
Ofrecer garantías y seguridad a nuestros clientes y turistas, no es solo responsabilidad de la hostelería, pero distintos gobiernos autonómicos ya que no lo hace el gobierno central, deben elaborar un plan que genere confianza y ganar el futuro más próximo, que los hosteleros situamos al comienzo de la primavera, y más concretamente en la Semana Santa turística.
